lunes, 4 de junio de 2012





Historia de un gladiador.

Una historia feliz, con un final peor.
es la tuya mi amigo, amigo del corazón.
no sé si eres un Buda, un Cristo o un que se yo,
no importa mi amigo, yo, solo creo en vos.

 
 Profeta en tu tierra y doctor de profesión.
amado por todos, querido y un gran señor.
blasfema cruenta, que no se quien la inventó
no importa mi amigo, amigo, aquí estoy yo.

 
Hermosa como ella…
no hay dos,
peligroso estar cerca,
lo sabemos, tu y yo.

 
Fue la mentira,
más fuerte que tu voz,
estruendo espantoso,
mi brazo te cargó.

 
Hermano…
hermano… ahora le cantas a Dios!
truenan los cielos
y sé, que es tu voz.
Con liras y arpas
perdonas la traición.

 
¡Hermano…
aquí abajo, un tiro te mató.
y allí arriba,
felices los santos, San Pedro y Dios!

 
Amigo querido, recuerdo tu honor,
cuando en tiempos aquellos,
incondicional fuiste,
y en riñas, un gladiador.

 
¡Hermano mi amigo!
¡Y amigo… uno los dos!
¡Amigo mi hermano!
¡Y hermano… somos los dos!

 
Amigo...
Amigo… ahora le cantas a Dios...
Si truenan los cielos,
Sabemos todos,
Que es tu poderosa voz.


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